martes, 17 de junio de 2014

Buscando a Alaska

99561Buscando a Alaska/ John Green
Editorial: EDICIONES CASTILLO
Miles, de 16 años, cansado de su aburrida existencia decide cambiarse a un colegio internado para ir en busca de lo que el poeta Rabelais llamó el: Gran quizá. Ahí, su actual descubierta libertad y una enigmática chica, Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Cuando Miles siente que está por alcanzar su objetivo, una tragedia inesperada amenaza con arrebatárselo. Esta novela escrita con agudeza y humor, en la que la intensidad de la amistad puede terminar en una pérdida terriblemente devastadora.


Reseña:

Había querido leer este libro desde hace poco más de un año y en un rápido impulso lo he logrado y apenas lo estoy terminando, en sólo dos días. Una parte de mí piensa que éste libro pudo ser como muchos otros, otra piensa que si he leído éste libro en un tiempo récord (Claro, comparándolo con mis recientes hábitos de lectura de los último dos años); definitivamente es por algo, hay algo más que se me esfuma por más rápido que mis dedos quieran teclear, se disipa casi tan rápido como el humo de los cigarrillos, que estos chicos constantemente taparon con una toalla en el borde de la puerta.

Buscando a Alaska, no es una historia original entre el universo de jóvenes antiheroes, fuera del patrón. Nuestro protagonista, Miles Halter no dista mucho de personajes como Holden Caulfield o Charlie Kelmeckis y claro, éste libro también es narrado desde el punto de vista de nuestro protagonista, poco sociable, introvertido e inseguro. Y por otro lado está Alaska, una chica hermosa, difícil de comprender y fascinante al mismo tiempo; con una colección de libros que muchos quisiéramos tener. Hasta éste punto podemos comparar más de cerca "Las ventajas de ser invisible" con éste libro. Pero creo que hasta aquí podemos dejarlo y para continuar mi reseña empezaré con lo que menos me gusto para terminar con lo mejor.

Desafortunadamente, lo que me hizo difícil ponerle una estrellita más de apreciación a éste libro fueron los protagonistas, fueron los mismos protagonistas. Miles, no me transmitió la suficiente simpatía y ese amor a primera vista fue demasiado precipitado para mí. Alaska, no fue especialmente y no fue lo suficientemente desarrollada, la siento muy al aire, tal vez esa es la intención, nació para ser un misterio. Sin embargo, esto no me impidió disfrutar de todo lo demás.

Mi personaje favorito de todos no fue, ni Chip, ni Takumi, ni Lara; simples personajes secundarios. No, mi personaje favorito fue el profesor el doctor Hyde; el profesor de religiones del mundo de Miles y compañía, no soy una persona religiosa, pero aquellas clases suyas fueron de lo más interesantes, me hubiera encantando que todos los profesores de mi vida hubieran sido así.Y como si nada, todo eso fue tomando parte del laberinto.

Admiro tanto la facilidad de John Green al tomar estas cosas tan cotidianas, clases, primeros amores y amistades, y transformarlas tan fácilmente en éste laberinto entre la muerte en medio de la vida, del sufrimiento después del deseo, del pasado en nuestro presente, y cómo la vida sigue. Me encanta cómo describe y escribe con las palabras propias de adolescentes y sus ansías. ¿Cómo salir de este laberinto? Esta pregunta me la llevó para toda la vida gracias a Green. Aunque hay algo que no termina de cuajar, siento una gran pretensión y mucho esfuerzo en Green, no es natural.

Por su puesto, el último ensayo de Miles fue lo que más me gusto del libro, tan llano y cierto. Algo digno de subrayar y mantener guardado en mi Biblioteca de Vida.

Pensamos que somos invencibles, porque lo somos. No podemos nacer y no podemos morir. Como toda la energía, solo podemos cambiar formas, tamaños y manifestaciones. Ellos olvidan eso al envejece. Temen perder y fracasar. Pero esa parte nuestra, más grande que la suma de nuestras partes, no puede nacer y no puede morir, así que no puede fracasar.